Información Turística

Reducto Cristina

Recibe su nombre de la Reina Regente, María Cristina, madre de Isabel II. Se trata de un baluarte defensivo de forma triangular y con troneras para piezas de artillería, construido entre la Puerta del Obispo Izquierdo y la Torre da Mosquera, en 1837, hecho recordado en una inscripción situada en la parte exterior del Reducto.

Este baluarte, levantado con motivo de las Guerras Carlistas, servía de comunicación a un tramo de Muralla interrumpido por una serie de edificios utilizados desde la Edad Media como fortaleza.

En 1991 se descubrió, detrás del Reducto, un cubo original de la Muralla que quizá flanquearía una puerta original, denominada en la Edad Media Porta Castelli. De igual manera, la hilera de casas situadas inmediatamente detrás ocultan el trazado original de la Muralla.

Puerta Obispo Izquierdo

También llamada, popularmente, Puerta de la Cárcel, fue la tercera puerta que se abrió durante el s.XIX, en concreto en el año 1888. El nombre le es puesto en honor del Obispo Izquierdo, considerado como uno de los grandes benefactores de la ciudad, sirva como ejemplo que fue él quien reconstruyó el acueducto romano que traía el agua a la ciudad, en 1754.

Con motivo de la inauguración de la Cárcel nueva, en 1887, se hizo necesaria la apertura de una nueva puerta para facilitar el cambio de guardia y el acceso al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción.

DATOS TÉCNICOS
Situada en una cornisa, mide 4,32 m. de ancho, la altura a la clave es de 7,15 m. y al adarve, de 8,10 m. El arco es de medio punto enmarcado por dos pilastras, que descansa sobre otras dos pilastras almohadilladas; la bóveda es de medio cañón y descansa sobre una imposta de granito corrido que hace las veces de ménsula. El aparejo es de sillería. El proyecto es obra de Nemesio Cobreros Cuevillas, arquitecto municipal. Tiene una habitación en su interior, en un lateral, que servía como fielato.

DATOS HISTÓRICOS
El lugar elegido para su ubicación fue el que ocupaba una escalera de acceso, situada entre casas, lo cual condicionó sus dimensiones. Pero este hecho carecía de importancia, ya que se suponía que los usuarios serían peatones, al estar alejada de los principales accesos a la ciudad. El contratista que la construyó fue Manuel Penedo a quien se le adjudicó la subasta, entre los quince candidatos que se presentaron, en la cantidad de 4.821,19 pts.

Tuvo que derribar la escalera, con toda probabilidad de origen romano, según el arqueólogo Enrique Gonzalez, y el cubo en el que estaba alojada, así como una pequeñisima parte del Reducto Cristina. Para su construcción, Manuel Penedo aprovechó la piedra del derribo y el sobrante se utilizó para la construcción de una alcantarilla en los alrededores de la Puerta de San Fernando, y para rellenar la diferencia de nivel, unos dos metros, existente entre la ronda exterior de la Muralla y la llamada Plaza del O. Izquierdo o do Campo Castelo.