Las ventanas de una casa constituyen el punto de contacto entre el espacio interior, personal, íntimo y privado, y el mundo exterior.
En ventanas muy grandes que ocupen gran parte de una pared, tanto a lo alto como a lo ancho, las corti-nas deberán llegar hasta el suelo.
Si las hojas son corredizas, es importante comprobar que las cortinas no obstaculicen el acceso a través de las mismas. En estos casos se aconseja prolongar el riel hasta más allá del marco para que la tela de las cortinas pueda recogerse sin problemas durante el día a ambos lados de la ventana.
Si la ventana consta de varios paneles, confeccionar dos cortinas por panel y sujetarlas, durante el día, a los marcos que los separan.
Como a través de las ventanas grandes suele perderse mucho calor, sobre todo en meses fríos, es conveniente forrar las cortinas para un mejor aislamiento.